La pequena Lulu ingresa al Club de Tobi

Como la pequeña Lulú ingresa en el club de Tobi

Dentro de los hechos super relevantes del dia de hoy, se anuncia a todo el mundo y a todo el universo, el ingreso de la pequeña Lulu a este espacio dedicado exclusivamente a hombres, machos, maasculinos del su generis Machichi


Venga pues....

Primera entrada en Do Sostenido

"Quiero que me leas  los suspiros, las miradas, los silencios... léeme cuando sin querer te veo y solo sonrío...

Léeme el alma... léeme todo esto que siento por ti...

La 2da estocada... dice.

Las mujeres tenemos una manera diferente de aproximarnos a las cosas, de aprender, de interactuar y sí, de hacer negocios. Esto también es un dato importante y en la medida en que no lo comprendamos estaremos conviviendo en un diálogo entre sordos por un tiempo más.

Hay espacios que resultan francamente, inhóspitos para las mujeres hoy en día. No se trata de una cuestión de capacidades, de voluntad o de educación.  Hay mujeres con doctorados o sin ellos, pero con mucha educación y preparación, que cuando se tienen que enfrentar con la estructura –o el “ecosistema”- del mundo de los negocios se sienten como pez en la arena.
Está de moda hoy en día hablar de start ups, incubadoras de negocios, emprendimientos, pymes, venture capitalists, inversionistas ángeles (angel capitalists) y decir que hay que apoyar a las mujeres. Me parece fantástico.
Lo que es importante entender también es que este mundo es nuevo para muchas mujeres y que este espacio fue diseñado en un inicio  por y desde la óptica masculina. ¿Es eso malo? Para nada, es un simple dato, pero este dato implica muchas cosas.  Las mujeres tenemos una manera diferente de aproximarnos a las cosas, de aprender, de interactuar y sí, de  hacer negocios. Esto también es un dato importante y en la medida en que no comprendamos esto estaremos conviviendo en un diálogo entre sordos por un tiempo más.
Muchas hemos tenido que aprender “el estilo masculino” de trabajar,  negociar y hasta de convivir en el mundo profesional.  Ahora, sin embargo, creo que se abre una ventana de oportunidad para muchas mujeres –y hombres- para incorporar el talento femenino al desarrollo del país y para mejorar las condiciones de vida de la mitad de la población.
Pensé que estaba desubicada al pensar y decir esto, pues veía a muchas de mis colegas navegar como si nada e ignorar estos temas y conversaciones como si fuese “asunto de viejas” (¡detesto esa frase, y más cuando la usamos las mujeres!), pero el otro día que me topé con un artículo de Genevieve Thiers me di cuenta de que no estaba sola, y me dio mucho gusto. En él, la autora explicaba a los inversionistas (venture capitalists) masculinos que cuando hablan con mujeres de negocios y evalúan sus proyectos y empresas, tienen que tratarlas como si estuvieran “en una cita” con ellas.
Me explico: las mujeres, necesitamos sentir confianza cuando salimos en una cita, no imaginar que vamos a acabar tiradas en una zanja en la carretera; nos gusta saber que somos las que ponemos los límites y el acercamiento inicial es siempre importante.  Cuando llegamos a una reunión para hablar con personas que van a “apoyarnos” en el desarrollo de nuestro negocio, resulta intimidante esa actitud de “si tienes suerte, tal vez decidamos invertir en ti”.  Así lo hacen los hombres y lo han hecho siempre, es parte de su juego testosterónico, pero así como a muchas nos saca el orgullo para salir al quite, a otras simplemente nos apabulla… y hace que dejemos de oír y queramos salir corriendo a toda velocidad de la reunión.
Si, ya sé que much@s me dirán que estoy siendo superproteccionista del ego femenino y que “aprendan”.  Pues si, pero justamente, quienes hemos andado en el camino tenemos que abrir la boca para facilitar el camino de quienes vienen al lado o atrás.  Ya pasé por eso, y se siente fatal que no entiendan el trabajo que implica para una mujer creer que su proyecto o idea vale la pena y que con la mano en la cintura te puedan decir “Señora, no vamos a invertir en su hobby” (me lo dijeron en la Secretaría de Economía hace 5 años cuando fui a buscar apoyo para Mujeres Construyendo).  Claro que nos estamos preparando para entender el lenguaje de los negocios y para entrarle al quite con la economía mexicana, generar empleos, brindar fuentes de trabajo, hacer una apuesta por detonar cambios e innovar, pero para muchas es nuevo. Afortunadamente, cada vez hay más mujeres comprometidas y dispuestas a salir adelante y mayor conciencia en el entorno respecto a esto.
Si no entendemos que hombres y mujeres nos aproximamos a la realidad, y en este caso, a la realidad de los negocios y de las inversiones, de manera distinta, los que perdemos somos todos.  El objetivo que perseguimos es el mismo: ganar. Los inversionistas quieren beneficios por lo que ponen, los y las emprendedoras quieren sacar adelante su idea y también obtener beneficios.  Las mujeres tenemos que entender el lenguaje masculino de negociar, de hablar de inversiones y de planes de negocios; los hombres tienen que entender el estilo femenino de entrarle a los negocios y de invertir.  Al final, con un cambio de actitud y un poco de comprensión de ambos lados nos beneficia a todos cuando la meta es la misma.
Si seguimos como la pequeña Lulú en el club de Tobi… salir adelante juntos nos va a costar el doble de trabajo. Mejor invertir tiempo en la parte sustantiva y no perder talento y tiempo debido a una mala comunicación ¿no creen?


Blog Animatrix


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