La honestidad Feminina...

 Un día una campesina, buscaba leña con el fin de hacer el almuerzo para su familia. Estaba cerca del río, cuando se le escapa el hacha de la mano y fue a parar dentro del río.

 La mujer suplicó a Dios y El apareció.Entonces le preguntó:

 ¿Por qué estas llorando hija mía?

 Mi hacha Señor,Se cayó al río... 

Dios entró en el río, sacó una hacha de oro y le preguntó: 

¿Es esta tu hacha? La noble mujer pensó... y le respondió:

No mi Dios, no es esa. Dios entró nuevamente en el río; 

esta vez sacó un hacha de plata y volvió a preguntar: 

¿Esta es tu hacha mujer? No Dios, tampoco es esa. 

Dios volvió nuevamente al río, sacó un hacha de maderavieja 

y de nuevo preguntó: ¿Es esta tu hacha? 

Sí respondió ella, esa es.

Dios estaba tan contento con la sinceridad de la mujer que le regaló 

las dos hachas, la de oro y la de plata; pero además... 

la bendijo por honrada. 

Otro día, la mujer y su amado marido estaban pescando por los campos cuando él tropezó y cayó dentro del río. 

La infeliz mujer, que no sabía nadar,suplicó a Dios... 

El apareció y preguntó: Mujer ¿otra vez tú?, por qué estás llorando?

 La mujer respondió que su esposo había caído en el río y se había ahogado.

 Inmediatamente, Dios se tiró de cabeza al río, y sacó del pelo a Brad Pitt remojado, y le preguntó a la mujer: 

¿Es este tumarido? 

Sí, sí, asintió la mujer, llena de gusto... 

Entonces Dios se enfureció y dijo: ¡¡Mentirosa!! ¡¡Adúltera!!... Exclamó. 

Pero velozmente la campesina le explicó: Dios, Usted perdone y déjeme explicarle que esto fue únicamente un malentendido.

 Mire, si yo hubiera dicho que no, entonces Usted me habría traído a Mel Gibson del río, 

y si le hubiera vuelto a decir que tampoco era él, 

entonces Usted me habría traído a mi marido, y cuando dijera que sí, 

Usted me regalaría ¡¡TRES HOMBRES!!

Mas yo son una humilde mujer honrada y no podría cometer trigamia. 

Es por eso que le dije que SI a Brad Pitt, el primero que Usted sacó del río. 

Dios halló justo el comentario de la mujer y la perdonó.

 MORALEJA: “Las mujeres mienten tan bien, que hasta Dios les creé.”